je suis pónc
Buena noche, déjeme hablarles de una maravilla, de una cosa preciosa, bárbara, chimengüenchona: mi banda.
Si, se llama Boutique, pero no quiero voy a describir aquí un currículo pretencioso y de mal gusto como los demás, si no que les hablaré de los envidiosos y detractores que solo pasan una vergüenza al tratar de hablar mal sin ningún argumento convencedor.
Al empezar esto, hace como 3 años aproximadamente, no teníamos bien definido el proyecto, ni hasta la fecha, lo único que nos importaba y nos sigue importando, es la ejecución, el buen show y la presencia escénica (vestuario, estilo, lugar, equipo, etc).
Ya dicho esto, estoy hartamente seguro que ya alguien pensó en el egocentrismo. ¡Si! Por que para esas fechas, del comienzo de la banda, ya había un tipo que empezó ofender y hablar mal a espaldas, con eso de que somos estrellas y ya nos creemos mil… ¡por el amor de Dios! Eso me sigue llenando de carcajadas. Como si el estilo y el buen gusto de repente me saliera y me creyera dueño del universo musical por hacer algo “distinto” y “novedoso” o más bien por que esa gente cree que así lo hacemos. Pues NO, hagamos el recuento de los años.
He tocado en bandas de Metal, Punk, Anarco Punk, etc. por varias razones:
1.- porque son mis amigos y me gusta hacer cosas con ellos
2.- si he tocado con esas bandas es por lo mismo. Yo critico el género, no a los tocantes; porque es una limitación creerse que eres lo que escuchas. Si así fuese la realidad, yo sería un inglés ricachón con un novio alemán curador de arte.
3.- y lo he tocado yo por “superación” propia, porque me digo: no mames, “que cagado es componer esto” y así sucesivamente me gusta saber de todo esto y pasar a lo que sigue.
Como ven, cuando tocaba esos géneros, ya sabia de la existencia de muchas bandas que ustedes pueden notar al escuchar el cd, por el simple hecho de que ya tenia ganas de plasmar algo de mi gusto, y no hasta ahorita se me habia ocurrido. Por Dios.
Bueno, después de un ratito estuvimos trabajando con la compañía internacional de las artes, que estimo mucho y quiero a esa gente demasiado. ¿Pero por eso también me volví egocéntrico? ¡Claro que no! Conocer culturosos conductores de Canal Once e Iconos ochentenos de la cultura pop mexicana no es para alzar mi ego por los aires, si no que me resultó solo una etapa muy chida, hasta ahí.
(continuará…)