Son muy pocas las cosas que te dejan marcada la vida, son esas cosas bien especiales en las que no solo hay tiempo, dinero y esfuerzo. Hay sudor, sangre y aprendizaje con los anteriores muy entrelazados.
La mía no fue necesariamente una ocupación, circunstancia u otra índole; le llamo Cy.
Cy es una de esas personas que tengo muy celosamente enterrada en mi ronco pecho. De todo lo que aprendí durante muchos años, lo que más me gustó y disfruto mucho; fue la asociación de la vida diaria a una canción, a la música, ligamiento hartamente entrañable como ella misma.
En repetidas ocasiones, recuerdo conectarme o llamarnos por que una canción, insistentemente, nos hacía estar en contacto a como fuere lugar: “Without you I´m Nothing” de Placebo.
O cuando pasábamos horas enteras tratando de recordar los nombres de los integrantes de Sonic Youth, Adivinar los años de Björk, cuantos discos tenía Pulp, o las experiencias de todos los recitales a que íbamos.
Creo que la peor pero a la vez mas increíble, fue cuando nos empezamos a distanciar, que me dijiste que te sentías mal por haber escuchado por primera vez “Crystal” de New Order, porque no querías que eso pasara entre nosotros, pero también querías que fuera la primera persona con quien querías compartir la experiencia de haber adquirido en ese entonces, del material nuevo que sacaban los Order.
Nunca te había dicho, pero cuando admitimos el “me gustas”, escuché todo la noche y cuando desperté al amanecer “No Surprises” de Radiohead y según recuerdo, tu habías estado escuchando “3 libras” de A Perfect Circle.
Los últimos cinco años, he asociado muchas buenas canciones a lo que me va pasando diariamente, así como me enseñaste, pero también, me he equivocado y las he asociado a circunstancias o personas que no lo ameritan, y en verdad me da mucha pena, pero ni modo, me conoces, sabes que todo todo lo comparto y no me retracto; pero a veces si quisiera que me las dieran de vuelta, sobre todo, porque eran de nosotros y me da mucha pena decirte cuales…
De los últimos 5 años hasta este día, no puedo quejarme; pero si debo admitir, que no es lo mismo, no se compararía nada. Sobre todo porque gracias a todo esto que me enseñaste, aprendí a componer buenas canciones, con las que han pasado infinidades de cosas propias y ajenas, tanto así; que hay una canción muy muy buena que me compusieron una vez (y que la mostraré, obvio).
Se que te debía esto desde hace mucho, pero entenderás en la neblina mental en la que estuve, pero con toda honestidad y buen rollo, finiquito el adeudo que tenía contigo.