vivir de los toques
Desde hace 20 años se gana la vida en la venta de toques a los morelianos y turistas en el primer cuadro de la ciudad, pese a que en muchas ocasiones ha sido corrido por autoridades municipales, quienes le prohíben ganarse la vida de esta manera.
Cada toque tiene un valor de 10 pesos o un dólar, cada descarga eléctrica tiene una potencia de 120 watts, que en realidad nadie aguanta por lo que no sostiene los cables ni por medio minuto.
José Castro de 70 años, originario de Cuahutemoc, Chihuahua, dijo que por su edad la gran mayoría en las empresas en las cuales solicitaba empleo siempre fue rechazado.
A partir de entonces carga su caja eléctrica en su hombro para ganarse la vida honradamente.
Destacó que en este oficio inicio en su ciudad natal, después se fue de feria en feria en donde se dio a conocer como "toques", pero cada año que pasa le ponen más trabas para que pueda trabajar en estos festivales del país.
Dijo que después de cinco años de trabajar en su pueblo vino a Morelia, en donde tiene 15 años en la oferta de los toques, tiempo el cual no ha regresado a la feria porque cada que lo intenta es sacado por los inspectores municipales.
"Me tengo que salir pues sino lo llego hacer los inspectores me amenazan con llevarme a la cárcel o hablarle a la policía para que me detenga, pero hasta el momento no me han dicho porque", expresó.
De jueves a sábado recorre las principales calles de la ciudad en busca de clientes que quieran darse un toque, aunque son pocas las personas que llegan a pedirle una descarga eléctrica, al menos saca para comer, destacó Castro.
"Son pocas las personas que ahora les gusta darse sus toquecitos al día llego a vender seis toques, pero al menos se que ese dinero que me llevo a mi hogar es honrado y no estoy robando a nadie, pues es claro que a mi edad nadie me dará empleo", enfatizó el vendedor de toques.